La IA y la Constitución Nacional base desde 1994 fue eje de debate en el Cuarto Encuentro Internacional de ADePRA con dos “Charlas Magistrales” de dos abogados constitucionalistas y también de jueces especialistas en la introducción de esta herramienta novedosa para agilizar los procesos judiciales.
La Legislatura porteña fue sede del cierre de la segunda jornada del Cuarto Encuentro Internacional de la Asociación Civil de la Defensa Pública de la República Argentina con la despidda emotiva de la actual presidente.
La jornada inició con el destacado panel de “Inno ¿vamos?” propuesta que trae el actual ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, Mario Adaro, y miembro del JusLab. Y el referente del Instituto de Innovación e Inteligencia Artificial de la Facultad de Derecho de la UBA, Juan Gustavo Corbalán, disertará sobre “la Inteligencia Artificial Generativa en el ejercicio del derecho”.
Y por la tarde inició con un panel sobre «Motivación y liderazgo en ambientes laborales gestionadores de conflictos, dolores y pesares» a cargo de la coach María Victoria Gamboa dedicado a los defensores presentes para pensar
La Constitución, el Derecho y el impacto de la IA en ellos
En su exposicón, Gil Dominguez destacó el «lado innovador de la reforma constitucional cuando se incorpora el desarrollo científico y tecnológico en artículo 75 inciso 19 como derechos fundamentales» porque es «un instrumento catalogado como derecho humano desde la reforma del 94».
En este sentido, elogió que la CN previó darle prioridad al desarrollo científico y tecnológico y que no se debe perder de vista eso: «Acá tenemos una construcción normativa que nos permite como desarrollo científico y tecnológico como un derecho humano».
“La invitación de ADePRA es una ocasión para intentar pensar a algún tema o algún aporte que se vincule con la innovación y la tecnología en el ámbito del poder judicial, en el ámbito de la defensa pública. Y hoy que estamos a 30 años de la reforma constitucional de 1994, que ha tenido su lado oscuro y su lado luminoso, me gustaría enfocarme en estos minutos que nos han dado, en el lado innovador de la reforma de 1994. Y ese lado innovador quizás inconsciente, no pensado en su momento, se vincula con la incorporación como derecho fundamental, como derecho humano, del desarrollo científico tecnológico”, comenzó su alocución el especialista en derecho constitucional, Andrés Gil Domínguez en la segunda jornada da ADePRA en el Salón Montevideo de la Legislatura porteña.
Detalló que “el artículo 76, inciso 19 de la Constitución, si bien está en la parte de la organización del poder, tiene un contenido de garantía institucional, tiene un contenido más de densidad y de derecho fundamental porque establece que el Congreso debe propender a la investigación, al desarrollo científico y tecnológico y al disfrute de sus beneficios”.
El profesor titular de Derecho Constitucional de la UBA explicó que “oportunamente también la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que tiene que evaluar el derecho que tienen las personas de acceder sin ningún tipo de discriminación ni obstáculos a las técnicas de la producción humana existida, también ha incorporado o ha desarrollado dentro de la convencionalidad interpretada este derecho al desarrollo científico y tecnológico. Es más, el Comité de Derechos Sociales y Comisiones Culturales, en la observación general número 23, le da a determinados contenidos este derecho a un desarrollo conceptual, que es ciencia, que es beneficio, que es progreso, con lo cual nosotros tenemos, a partir de la Reforma de 1994, una construcción normativa que nos permite hablar de un derecho fundamental y un derecho humano al desarrollo científico y tecnológico y poder acceder a los beneficios. A una suerte de PMO, del Desarrollo Científico y Tecnológico, o aquello que es el Desarrollo Científico y Tecnológico Producido”.
Cuarta Revolución Industrial vs lo analógico
Gil Domínguez razonó que el ámbito del Derecho debe estar a la vanguardia de los cambios tecnológicos porque sino la Inteligencia Artificial va a suplantar directamente a los abogados en el ejercicio jurídico.
“(…) en el año 1994, lejos estábamos de vivir inmersos en la Cuarta Revolución industrial, que es lo que estamos viviendo hoy, que tiene algunos elementos que nutre a este derecho que lo hace una pensada. En primer lugar, un factor de aceleración, como nunca se ha visto en la historia de la humanidad, en términos de cuánto complica la tecnología que se crean las vidas o el elemento que se aplica. En segundo lugar, la convergencia tecnológica está avanzando en un alto nivel potencial y general de la inteligencia artificial, pero también tenemos que hablar de la nanotecnología, de la biotecnología, de la infotecnología. Y estos elementos, de alguna manera, determinan la aparición de seres tecnológicos que hacen que el discurso político al cual nosotros lo hemos aprendido, lo aplicamos, lo enseñamos, que respondían a la lógica de un mundo analógico, hoy esté seguramente en crisis. Y estos enseres son la digitalización, la inteligencia artificial, el blockchain, la cultura de la metaversa web 3, la informática empática que son todos elementos complicados que exponen a una explosión totalmente distinta del mundo”.
En ese sentido, Gil Domínguez exploró que “el Derecho a las conclusiones, el Derecho a los tratados, el Derecho a la garantía privada, la función como abogado, la función como profesor son algunas cuestiones a las que hay que tener en cuenta en la construcción de un nuevo Derecho. Primero, probar que la protección de los derechos en este nuevo mundo difícilmente proviene del Derecho. La protección de los derechos en este nuevo mundo, este nuevo mundo la va a proveer la tecnología y el Derecho va a ser utilizador de esas tecnologías que protege”.
«En este nuevo mundo, la protección de los derechos vendrá de la tecnología y el derecho será su sostén» – Andrés Gil Domínguez
Por su parte, Félix Lonigro fue más escéptico con su diagnóstico apuntado a la educación cívica de la población y lo que nos dejó la reforma de 1994 que «fue la reforma más importante de las reformas que se le hizo a nuestra ley fundamental y veo que los desafíos tenemos sobre su vigencia.
«La Argentina vive en una nebulosa cívica hace años y está potenciado por el desinterés en querer salir de ese desconocimiento. Los desafíos en 1994 a la CN la pusieron en el quirófano y desde allí que el sistema sigue siendo igual que previo a 1994 porque siguió siendo presidencialista con democracia representativa y yo creo que nada ha cambiado con la figura del jefe de gabinete que aporta más burocracia donde el país sigue siendo presidencialista», espetó Lonigro.
En este sentido, el profesor de Derecho Constitucional de varias universidades expresó que «desde su punto de vista federal el gobierno sumó la coparticipación federal que es un paso atrás porque va contra la autarquía de las provincias y de los muncipios, es decir, el gobierno federal recauda y luego distribuye a las provincias».
«Esto para mi fue un masazo al sistema republicano de gobierno porque los DNU le permiten hoy al Congreso delegarles funciones al presidente. Sumada a la intromisión de los griegos, es decir los políticos, en el Consejo de la Magistratura es ingerir en la independencia del Poder Judicial así como la renovación periódica se un presidente que puede gobernar 16 años de 20. Es decir, el desafío es tener una república que hoy la sociedad no la exige».