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Drogas: la experiencia de Ecuador es vista como un referente
La Organización de Estados Americanos (OEA) está interesada en el proceso que ha llevado adelante el Ecuador en materia de drogas. Es así, que la mañana del martes 14 de julio se realizó un conversatorio entre las principales autoridades de la Asamblea Nacional, la Defensoría Pública y el Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep) con altos funcionarios de la OEA y del Gobierno de Estados Unidos.
Gabriela Rivadeneira, Presidenta de la Asamblea Nacional; Ernesto Pazmiño, Defensor Público General del Ecuador; y, Rodrigo Vélez, Secretario Ejecutivo del Consep, contaron la experiencia que ubica a Ecuador como un referente internacional en materia de drogas a Adriana Henao, gerente del programa Alternativas al Encarcelamiento para infractores relacionados con las drogas de la OEA, y a los funcionarios estadounidenses, Teddi Shihadeh Bouffard y Tyler Sparks.
El primero en tomar la palabra fue el Defensor Público General del Ecuador para explicar cómo Ecuador comprendió que no podía seguir encerrando a ciudadanos pobres y a consumidores como si fueran peligrosos delincuentes. Este hecho llevó al país, en 2009, al indulto a las “mulas” del narcotráfico, y posteriormente a la reforma penal que implicó el archivo de la Ley 108 que condenaba a todos por igual. “Se trataba de una ley desproporcionada, anacrónica y contra fáctica, pues daba lo mismo tener cinco gramos de marihuana o 10 toneladas de cocaína, porque la sanción era la misma; los más débiles, los excluidos eran quienes resultaban castigados”.
Después del indulto vino la política de umbrales en 2013 establecida por el Consep y el nuevo Código Orgánico Integral Penal(COIP) en 2014 como principales alternativas al encarcelamiento. “El problema central, explicó el Defensor Público General, era que la mayoría de personas estaban detenidas por tenencia o posesión y la tasa de encarcelamiento se mantenía alta; por eso necesitábamos de una reforma integral impulsada con visión soberana, que respondiera a la realidad ecuatoriana. El Ecuador ha entendido que la llamada guerra contra las drogas y la mano dura no funcionaron”.
Por su parte, la Presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, dejó claro que el cambio radical que dio el Ecuador fue privilegiar al ser humano como el centro de la nueva legislación sobre el tema. Se trata, explicó, de colocar a la persona como sujeto de garantías y derechos, una visión que humaniza las leyes, las políticas y las acciones del estado en general.
En esa línea, la Presidenta de la Asamblea Nacional explicó que “el Código se construyó después de un debate de varios años, donde fue necesario afrontar temas sensibles como el narcotráfico, la explotación laboral y la trata de personas. Llevamos a cabo un análisis sobre legislación comparada en el ámbito regional y nacional basado en la socialización y el debate. Observamos las experiencias legislativas de Bolivia con la hoja de coca y de Uruguay con la despenalización de la marihuana, todo esto permitió guardar una proporcionalidad de la pena al momento de elaborar la normativa sobre drogas”. También manifestó que en la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional se desarrolla el segundo debate de la Ley Orgánica de Prevención Integral de Drogas, que busca fortalecer las políticas de Estado referentes al tema.
En opinión de Rodrigo Vélez, Secretario Ejecutivo del Consep, se trata de una responsabilidad compartida que debe abordar el tema del consumo problemático como un tema de salud que también implica otros fenómenos sociales. “El artículo 364 de la Constitución dispone el tratamiento de las adicciones como un problema de salud pública y prohíbe además la criminalización del uso y consumo de sustancias”.
Vélez habló de la prevención integral como uno de los ejes de la política sobre drogas, que implica acciones específicas como procesos de inclusión social de consumidores, el desarrollo de proyectos sustentables y de carácter comunitario con los bienes incautados por delitos de narcotráfico. Adicionalmente, destacó el trabajo desde los barrios, organizaciones civiles, escuelas y colegios.
Por su parte, la delegada de la OEA, Adriana Henao, reconoció los avances del Ecuador en materia de drogas que hace que otros estados se interesen y aprendan de la experiencia nacional. En este contexto, el organismo regional, impulsa un programa denominado “Cerrando la Brecha” que lleva adelante un proceso de identificación de buenas prácticas en materia de drogas a lo largo del hemisferio; la intención es incorporar al debate las experiencias sobre alternativas al encarcelamiento.
Además, se buscan acuerdos fundamentales y el establecimiento de espacios de diálogo sobre la problemática carcelaria de las “mulas” y microtraficantes, quienes son privados de libertad desde la perspectiva de la guerra contra las drogas.
Al finalizar, se abordó la importancia de lograr puntos de acuerdo en materia de drogas entre los países del continente desde el respeto a la soberanía y las diferentes experiencias culturales, para definir una postura de bloque de cara a la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre drogas de 2016.
